El libro El retorno de las brujas. Incorporación, aportaciones y críticas de las mujeres a la ciencia (de la Dra. Norma Blazquez Graf, publicado el año 2008 por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México), aborda en profundidad algunos momentos históricos especialmente tensos en lo que respecta al incorporación y exclusión de las mujeres en el quehacer científico y proyecta análisis respecto de la situación actual de la ciencia a propósito de la incorporación cada vez mayor de investigadoras.
En primer lugar se analiza un momento crítico en la historia de la humanidad; la búsqueda del exterminio de la "brujas" por parte de la iglesia católica y el poder civil que le acompañaba. El fenómeno de la "cacería de brujas" producido entre los siglos XIV al XVII en Europa se sustentó en la creación del concepto "bruja" como sinónimo (maligno) de curandera, cocinera, perfumista, partera, nodriza y conocedora de la sexualidad femenina, especialmente de los métodos anticonceptivos. La operación consistió en fundamentar que todo conocimiento de este tipo traía consigo un pacto diabólico, por lo que se satanizó este conocimiento popular de las mujeres (la premisa es quien sabe curar sabe dañar). El poder civil junto con el poder religioso persiguieron a miles de miles de mujeres en Europa (y también en América) para fundamentar su poder social y moral con el objetivo de reafirmar su ideología. Como explica bien la Dra. Blazquez el interés subyacente era el de homogeneizar pautas de comportamiento y control de cuerpos y espacios de acción.
Lo central en este análisis histórico es precisar que la persecución fue especialmente dirigida contra las mujeres en un momento clave del desarrollo científico (que conocemos como la Revolución Científica) de los siglos XV al XVIII. Antes otros autores precisaron "el lado oscuro del Renacimiento" (la conquista y colonización de América), este libro viene entonces a aportar en la formación de las disciplinas científicas como disciplinas eminentemente androcéntricas.
El libro no se queda solo en la denuncia del sometimiento de las mujeres a través de la historia de la ciencia sino que propone un análisis actual específicamente enfocado en América Latina. En los capítulos sucesivos del libro se precisa a través de cifras y entrevistas cuántas mujeres se dedican hoy a la ciencia en América Latina, y especialmente en México (sobre todo en su universidad más importante; la UNAM). Desde el año 1860, momento en que se permitió el ingreso de las mujeres a la universidad en Suiza, las cifras han aumentado considerablemente, sin embargo, son muchas todavía las trabas para que las científicas ocupen lugares de dirección de proyectos a gran escala.
Me parece especialmente significativo el capítulo "Las científicas vistas por ellas mismas" que explora las historias de vidas de estudiantes y de profesoras universitarias en esta última década. Esta investigación contextual y situada da claves para conocer las principales ventajas y desventajas de la profesionalización científica de las mujeres, y ofrece posibles salidas al aumento de la presencia femenina y los impedimentos aún presentes.
En el capítulo ¿Cómo afecta la ciencia a las mujeres? se analiza la ninfonamía, los anticonceptivos y la vacuna contra el cáncer cervico uterino como ejemplos de patologización femenina, y también se proyecta un escenario que marcará el futuro papel de las mujeres en la reproducción. Finalmente se demuestra que la creciente presencia femenina en el panorama mundial de la ciencia representa la posibilidad de que se expresen conocimientos no sexistas, con un horizonte conciente de cómo las pautas culturales afectan el quehacer científico. En esta novedad, es de especial relevancia la teoría del punto de vista feminista, que plantea una perspectiva particular situada.
Este libro puede ser descargado aquí.
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